La voz de los clientes
Hola, me llamo Luis Rincón Peralta. Soy de Ronda, y os quiero contar un poco mi historia de cómo conocí TDL. A hora tengo 14 años. A los 8 me diagnosticaron un linfoma. Todo fué muy bien. Pero a los 12 años empecé con fiebre, cansancio y terminé que no podía caminar, tenía que ir al principio con muletas y después en silla de ruedas. Estuve nueve meses así, de médico en médico, pruebas… hasta que desapareció sin nada en concreto.
En octubre del pasado año comencé con los mismos síntomas y sin poder caminar. Otra vez de médicos sin ningún diagnóstico porque todas las pruebas eran normales. Pensaron que podía ser algo emocional, tanto mi médico Laura a la que agradecemos todo su esfuerzo y dedicación a estudiar lo que me pasaba, como mis padres. Pertenecemos a la fundación Olivares de Málaga y a través de ellos nos pusieron en contacto con Gina. Y queremos dar las gracias en especial a Andrés, como presidente de la fundación, a Antonio Florido que fué el que movió todo y a Robert por hablar con Gina. Hablamos con ella por Whatsapp y videollamadas.
Desde el primer día nos transmitió tranquilidad,nos explicó el proceso y, aunque es complejo, no es difícil. Ella fué quien descubrió lo que me pasaba.
Estando mi madre embarazada de mi, falleció mi abuela paterna. Y todas esas emociones que ella tuvo me las transmitió. Así es que al fallecer personas muy importantes para mí me paralizaba de tal manera que me quedaba sin andar. Esta técnica de TDL ayuda a descubrir las emociones que tenemos desde antes de nacer. Es algo increíble, pero cuando sabes qué te pasa se soluciona todo rápido. No tuve que hacer nada, ningún tratamiento, solo saber porqué estaba así. Y todo desapareció. Antes del mes, yo ya caminaba como si nada me hubiese pasado. Estamos felices de haber tenido esta oportunidad y nos gustaría que todos la pudieran tener. Porque cuando hay una enfermedad es porque algo en el interior no funciona bien, alguna emoción no resuelta. Y es importante saberlo. Ahora si alguien importante se marcha sé que no me va a afectar de esa manera. Y estoy tranquilo. Queremos dar las Gracias a Gina, porque si no hubiese sido por ella, hoy no estaría así. Gracias por su apoyo, su paciencia y por estar siempre a nuestro lado guiándonos para mí recuperación. Ha sido todo fácil a su lado. Gracias a todos los que os dedicáis a ayudar y solucionar problemas a los demás.